sábado, 24 de octubre de 2015

Soy Podemita orgulloso

El título del artículo lo deja claro ¿verdad? Soy podemita y orgulloso.

Yo no soy voto oculto, yo no me avergüenzo de a quién voto. Yo no voto corruptos ni falsos socialistas. Yo no voto carentes de valores ni chaqueteros ni hijos mimados del Ibex 35.
Y fíjense, no formo parte en modo alguno del partido ni tengo cargo y sin embargo no digo que soy DE Podemos. Yo digo SOY PODEMOS.

Por eso me regalo éste artículo que me sitúe en el punto de mira de muchos pero al lado de los míos. Soy Podemita.

Por ser muchas cosas, por ir junto a los que se bajan el sueldo para no olvidar de donde vienen, aquellos que renuncian en Andalucía a cobrar dietas en Agosto, por supuesto los únicos ya que el PSOE, el PP y Ciudadanos no iban a renunciar a cobrar. No va con ellos eso de ponerse al servicio del pueblo que les vota.
Yo voto Podemos porque he elegido en listas abiertas, sí sí abiertas, a su secretario general, a sus órganos directivos y a su candidato a las elecciones generales. Primarias las llaman, y digo las llaman porque los demás no la practican. Es así de claro, ni el PP ni el PSOE ni Ciudadanos han elegido a sus candidatos. Imposición hasta en los que venían a regenerar. Risas.

Soy del círculo morado porque el número de corruptos en Podemos es cero, sin más vueltas, cero. En la época de la Gürtel, la Púnica o los Eres. En la época en la que los naranja del cambio sensato los mantienen en sus cargos yo puedo decir con orgullo que en mi partido no. En mi partido Tania Sánchez ha sido exculpada porque no había caso, como exculpado fue el bombardeado Monedero la voz del hartazgo de la gente, al que los saqueadores quisieron silenciar. El intelectual que desafió al sistema.
Y exculpado fue Zapata del absurdo crimen de contar chistes. Y aunque todo eso no ocupe espacio en los titulares sí lo ocupa en mi conciencia. Gente normal cercada de ataques ruines por el único pecado de querer cambiar las cosas.

Soy coleta morada por traer a este adormecido país, sedado por la corrupción y encogido por el miedo inducido, conceptos que hasta poco eran tabú para las acomodadas élites. No pasa nada por decir que el Rey debe someterse a referéndum, no pasa nada por reclamar que todos nazcan iguales en derechos y oportunidades. No pasa nada por decir que hay que escuchar la voluntad de los catalanes sin que sea impedimento para ofrecerles una España donde quizá les apetezca estar.
No pasa nada por hablar de una renta básica que garantice a todos tener los bienes básicos que hagan posible una existencia digna como personas que son.

Era necesario que alguien gritara que hay que cerrar esas puertas giratorias que convierten a políticos en gestores privados de sus próximas empresas premiándolas con el dinero de todos. Era necesario plantear que hay que decirle a la troika que no somos números sino seres humanos humildes que no vamos a pagar sus excesos irresponsables y/o delictivos.

Hacia falta decir que no se puede torturar animales por gusto para disfrute de carentes de empatía y que mucho menos vamos a financiar sus tradiciones medievales. Hacia falta decir que si Dios está en todas partes no pasa nada por no dedicarle recursos, dinero y espacios que son de todos, hasta de los que, herejes nosotros, no creemos en Dios.

Soy de Podemos sí y escrito está para ti y para Pablo Iglesias y su infatigable trabajo contra todo un sistema que ha enviado contra él todos sus misiles en forma de mentiras y manipulación. Todos esos medios y pseudo periodistas que olvidaron observar la verdad como les obliga su código profesional. También podría obligarles su conciencia pero...

Soy podemita porque, lo seas o no, sabes que hasta hace poco nadie veía nada diferente y el asco creó el 15M al vernos rodeados de miseria moral y política, rodeados de casos de corrupción y recortes a los más débiles. Fue, lo sabes, Podemos quien trajo un interés, un despertar y una ilusión pérdida. Quién nos hizo tomar parte y sentir interés por saber. Por saber las cuentas de los partidos (otra vez Podemos fue pionero).

Soy podemita porque no voto a partidos financiados ilegalmente, ni a partidos que corrompen y enfangan la palabra socialismo. Porque mucho menos voto a los recaderos de los bancos que nos echan de nuestras casas y vienen a cambiar el traje sin cambiar el alma.

Soy podemita sí, con nuestros errores de inexpertos, porque no somos políticos profesionales sino personas normales que no se financian de bancos para no deber favores más que a nuestro pueblo.

Soy podemita sí, orgulloso ante aquellos que quieren que seamos historia sin comprender que hemos venido a hacerla.