sábado, 21 de octubre de 2017

MENTIRAS



Si eres catalán, gallego, vasco, valenciano o castellano, te agradezco que estés en mi blog y leas mi artículo. Pero este va dedicado a mis paisanos andaluces.

Pero no a todos, va dedicado a esos que me llaman traidor, que me retiran el carnet de andaluz. A vosotros.

Soy tan andaluz como tú. Antes que español soy sevillano. Amo mi ciudad de la forma en la que se ama a la ciudad que sabes que si quisiera podría ser ciudad referencia del mundo entero.

También soy Andaluz. Amo la marisma de Huelva, las playas de Cádiz, el albaicin de Granada, al trabajador de Almería, amo Málaga entera, me enamoré de una Cordobesa y no he visto mujer más bella, y me he perdido en la sierra de Jaén.

A ti, que me llamas traidor por apoyar al pueblo catalán en su lucha por decidir su futuro y contra el Franquismo cada vez más indisimulado,  me dirijo.

¿De verdad crees que los catalanes odian o desprecian Andalucía? ¿De verdad crees que pueden odiar a parte de sus raíces?

¿Por qué? ¿Porque viste a Durán i Lleida insultar a los andaluces? ¿Sabes dónde han puesto los catalanes a ese señor? En la puta calle.

¿Porque has visto a algún energúmeno indocumentado echar pestes sobre Andalucía? ¿Eso representa a los catalanes? No. No lo hace, igual que tú, cuando cantabas "a por ellos" tampoco me representabas a mí.

¿Sabes que Catalunya tuvo un presidente Andaluz? Montilla. Ahora, andaluz con carnet, ponte la mano en el corazón y dime si un catalán podría presidir la Junta de Andalucía.

¿Has estado en Catalunya? Si la respuesta es NO, deja de leer aquí. Si tus argumentos se basan en lo que dice tu cuñado o en lo que dice Susana Diaz, este artículo no es para ti. No lo vas a entender y además no quieres hacerlo.

Si has estado en Catalunya y te han tratado mal, déjame decirte que yo he estado muchas veces y siempre me han hecho sentir como en casa. A lo mejor es que les respeto, les escucho y les discuto. Si a ti te trataron mal, igual no fue por Andaluz, fue por otra cosa.

¿De verdad, se sincero, algún catalán se ha negado a hablarte en castellano? Di la verdad, ¿te ha pasado? ¿O le ha pasado al primo de la novia de tu vecino?

Por supuesto tienen todo el derecho a hablar su LEGAL idioma en su tierra, pero es mentira que se nieguen a ser entendidos. Nadie en su sano juicio lo haría. Y si con la mano en el corazón, te ha pasado, enhorabuena, has encontrado al catalán maleducado que yo jamás encontré.

Soy tan andaluz como tú, del tipo de andaluz que cree que su tierra tiene potencial para ser lo que quiera ser. Con todos los recursos naturales, con cientos de artistas e intelectuales reconocidos, con profesionales sanitarios que envidian en muchos países.

Soy tan andaluz como tú.

Deja de hablar de oídas, habla con catalanes, independentistas o no, párate a escucharles. Estarán de acuerdo contigo o no, pero no te atacarán por ser Andaluz. Te mostrarán, como cualquiera, el respeto que les ofrezcas.

Nunca me he sentido tan en casa, además de en Andalucía, como en Catalunya. Pero no te quedes ahí.

Achacas a otros los tópicos que tú usas. Te has creído tanto que los catalanes son tacaños, los vascos cerrados, los madrileños chulos, etc, que crees que ellos nos tienen por vagos.

Ahora párate a pensar quién fomenta esos tópicos. ¿Quién si no el fascismo más rancio y nacionalista español explota esos tópicos para separar pueblos hermanos?

Mi Andalucía es maravillosa, tanto, que cuando visito otras tierras lo hago orgulloso, seguro de mí mismo y de mis raíces. Y con esa seguridad respeto el normal amor de los demás por su tierra. Eso no es despreciar a los demás.

Mi Andalucía es admirada y querida en cualquier parte.

Pero eso sí, si tu Andalucía es la de toros y vírgenes, ferias y cervecita, entonces soy yo quien te quita el carnet de andaluz.

Tú no eres mi paisano, pero yo sí soy Andaluz.

jueves, 12 de octubre de 2017

YO TAMBIÉN SOY ESPAÑOL


Me preguntan a menudo por qué, siendo sevillano, defiendo el derecho a decidir de los catalanes.
Ya de entrada la pregunta es errónea, pues defiendo el derecho a decidir de cualquier comunidad, Catalunya, País Vasco, o Andalucía, si algún día así lo quisiera.

En la situación actual, defiendo activa e ineludiblemente el derecho a decidir y defiendo a todos y cada uno de los independentistas porque tengo muy claro que lo que se les niegue a ellos hoy, se me negará a mí mañana. Y tengo más claro aún que la represión y la violencia ejercida por esos salvajes, aunque lleven uniforme, sobre ellos, tarde o temprano, la sufriré yo.

Y no, no tengo ningún problema con la bandera española, en absoluto. Es evidente que preferiría la tricolor republicana, pero no estoy especialmente apegado a símbolos. Me importa poco el color de la bandera si representa a un país de libertades y derechos, de bienestar social, de honradez y transparencia, de feminismo, de respeto y de democracia.

Repito, no tengo ningún problema con la bandera española, es la bandera de mi país.
El problema lo tengo con tantos y tantos que la usan para envolverse mientras representan un país absolutamente distinto al que deseo para mí, para los míos y para todos.

El problema no es con la bandera, ni con España, es mentira interesada que sea un hispanófobo de esos. Es con los que me llaman así, es con aquellos que la usan como excusa para golpear a aquellos que sólo quieren votar. Son ellos quienes ensucian esa bandera, la prostituyen y le dibujan un águila, real o imaginario.

Yo también quiero a España, y quiero que sea un gran país. Yo también me siento orgulloso de cosas de mi país, como ser líderes, año tras año, en donaciones de órganos, o en ser uno de los países que permite y reconoce la unión entre personas del mismo sexo.

Yo también me maravillo ante el verde gallego y sus gentes, tengo a Madrid por una de mis ciudades favoritas, si no la que más, yo también creo que Granada es la ciudad más bonita del mundo,yo también creo que la amistad de un vasco es eterna,  y yo también me pierdo en callejuelas de mi Sevilla.

Sois los votantes de partidos corruptos, sois los súbditos abnegados de un rey heredado del Franquismo, sois los que justificais agresiones a catalanes, quienes me avergonzais. No la bandera, vosotros.

Hoy, fiesta nacional, os apropiais de los símbolos. Todos para vosotros, no tengo interés en compartirlos mientras sean vuestros.

Yo prefiero estar al lado de aquellos que quieren votar, con estelada o sin ella.

Si creéis que puedo o quiero defender a Puigdemont o a CIU, no habéis entendido nada. No votaría a CIU jamás.

Pero soy consciente de que yo puedo elegir votarlo o no, los Catalanes, a día de hoy no pueden votar.

Disfrutad de vuestro día, "patriotas", sacad vuestra bandera y cantad "a por ellos", o "yo soy español" y declarad vuestro amor a la patria mientras luego votáis a quien la saquea.

Pero no seáis hipócritas, no digáis que Catalunya es España si no defendéis a los catalanes como compatriotas. No digáis que Catalunya es España mientras demonizáis a la mitad de sus ciudadanos.

No seáis hipócritas diciendo que Catalunya es España al tiempo que llamáis dialecto y despreciáis a su idioma, que es tan legal en la Constitución como el castellano, el euskera o el galego.
No os proclaméis defensores de la Constitución sin haberla leído, no digáis que no se puede cambiar mientras que votáis a partidos que la cambiaron una madrugada sin que nadie se enterara.
No os llaméis socialistas mientras vuestro partido idolatra al monarca. Avergonzais.
No os llaméis de centro o moderados mientras vuestro cachorro fascista disimula cada día menos su deseo de ver tanques y sangre catalana en las calles.
No llaméis golpistas a los que votan y terroristas a los que no han usado la violencia. Haciéndolo, os estáis riendo de los muertos del verdadero golpe del 36. Aunque probablemente tampoco os importe. Esos, como los catalanes, no son los vuestros.

Sacad vuestra bandera "patriotas", cantad, convenceos de que no sois fascistas y de que sois más españoles que nadie.

Mientras, aunque os joda, yo seguiré siendo tan español como vosotros al tiempo que canto "Visca Catalunya Lliure"